Luciano Vásquez

domingo, diciembre 14, 2008

MATAR POR MATAR

Estos son días de recuentos periodísticos. ¿Cuál fue la noticia más importante del año? En el ranking de mis personales preferencias aparece en primer lugar la crisis de la Justicia. Ha habido casos de corrupción en la policía, entre jueces de diversas categorías, en el Instituto Médico Legal, en los establecimientos carcelarios… Se hizo más visible e irritante que nunca el sistema de las puertas giratorias…Los criminales saben que gozan de garantías penales. Y las están aprovechando al máximo.

El amenazador anuncio de un padre de familia al fiscal, de que se encargará personalmente de buscar al asesino de su hijo para vengarlo, porque ya no cree ni en la policía ni en la justicia, es el ejemplo emblemático de esta intranquilidad que viven los chilenos ante una criminalidad que aumenta cada día en número y en ferocidad. De nada sirve que los ministros y políticos oficialistas salgan diciendo que ahora se cometen menos delitos que el año pasado…No es esa la percepción de la familia común, que ha debido hacer de su vivienda una celda enrejada para protegerse de los asaltos, que ve con horror cómo el asesino recupera su libertad de un día para otro y retorna a las andadas con renovados bríos, que ve instalarse impunemente en el barrio a bandas de traficantes de drogas que se disputan a tiros sus mercados.

La tan publicitada Reforma Procesal Penal no está cumpliendo con las expectativas. Ha quedado a cargo de unos jovencitos recién titulados que convertidos en jueces o fiscales son fácil presa de abogados con muchos kilómetros recorridos, cancheros, ladinos, que saben burlar la justicia y rescatar de las manos de la ley al delincuente más comprometido.

Los derechos humanos del asesino no son más importantes que los derechos humanos de sus víctimas. Y hoy se mata por el placer de matar. Cualquiera puede ser acuchillado o baleado en la calle o en su propia casa. Hombre o mujer. Adulto o niño. La crónica roja ha dejado de ser un tema exclusivo de la prensa sensacionalista y hoy está instalada en los principales titulares de todos los medios informativos.

Por todo eso, mi voto es para la crisis de la Justicia como la noticia más importante del año.

jueves, diciembre 11, 2008

Internet y los medios

¡Ojo con la prensa y la TV! El Internet se los está comiendo. Algunos grandes diarios norteamericanos, incluido el propio New York Times, están en quiebra o vendiendo sus edificios. También está llegando la crisis a Chile. El Mercurio y La Tercera están despidiendo gente.

Cada día son menos los compradores de diarios, porque es más fácil leerlos gratis en las páginas “digitales”. Y eso lo están detectando los avisadores. Tampoco le va mejor a la televisión.

Una encuesta realizada en siete países latinoamericanos por la Universidad de Navarra quiso descubrir lo que piensan niños y adolescentes . 25.000 muchachos y niñas, de entre 10 y 18 entregaron sus respuestas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela. Más de la mitad declararon preferir el Internet a la TV. Muchos reconocieron hacer sus deberes escolares mientras envían mensajes de texto o ven TV.

¿Y qué hacen los padres mientras el hijo o la hija están sentados ante la pantalla? También la encuesta los consultó para medir la brecha digital y generacional. Un 36% reconoció no hacer nada mientras los hijos navegan; un 7% se sienta junto a ellos para compartir; el 27% les echa un vistazo y el 46% se limita a preguntarles qué están haciendo.

La Nación de Buenos Aires editorializó sobre el tema y aconsejó a padres y profesores entender que Internet es un nuevo lenguaje y una nueva cultura que están definitivamente instalados entre los más jóvenes, por lo cual deben ponerse a la altura de las circunstancias y acompañarlos en este proceso.

¿Qué les parece?

sábado, diciembre 06, 2008

PINOCHET, DOS AÑOS DESPUÉS

Se han cumplido dos años de la muerte del general Augusto Pinochet en medio de un silencio respetuoso de quienes fueron sus adversarios y de tibias muestras de adhesión de los partidarios de su gobierno que todavía veneran su memoria. Es cierto, estos últimos son cada vez menos. Doña Lucía, la viuda del general, aprovechó su regreso a los medios en la entrevista de Qué Pasa, para fustigar a quienes rodeaban al general con sus halagos y exageradas muestras de adhesión mientras tenía el Poder y que ahora, después de haber disfrutado de prebendas, se hacen los sordos y distantes cuando se les habla del gobierno militar. Los políticos son así, cambiantes. No se sonrojan al saltar de una vereda a otra con la mayor naturalidad y soltura.

Esta fecha ha mostrado un cambio sutil pero apreciable en el recuerdo de Pinochet. Hasta hace poco, era el gran innombrable. Después de su fallecimiento, cuando se acallaron las virulentas campañas en su contra, su hizo el silencio en torno a su memoria y la prensa dejó de mencionarlo, salvo en las noticias que anunciaban los renovados y estériles esfuerzos de algunos jueces por demostrar su enriquecimiento ilícito o la responsabilidad que pudo tener en los casos de derechos humanos. Esos procesos, que se arrastran penosamente por los escritorios judiciales y policiales a través de los años, nunca han podido llegar a comprobar falta alguna del fallecido gobernante. Pero han dejado en claro que, más allá de buscar justicia, se orientaron hacia el abuso y la venganza.

Últimamente, y en forma perceptible, ha comenzado a emerger nuevamente la figura del general Pinochet en la conciencia pública, ahora con una imagen suavemente favorable. Ha habido algunas publicaciones de prensa recordando las obras macizas de su gobierno, sin mezclarlas con los crímenes de la CNI. Ya es un avance. Y ha sido la celebración del 30º aniversario de la mediación papal que evitó la guerra entre Chile y Argentina, el pretexto que ha permitido reconocer abiertamente su brillante y colosal esfuerzo a favor de la paz.

La prensa, en sus reportajes e investigaciones sobre el conflicto del Beagle, no ha podido ocultar la patriótica y digna conducción de los acontecimientos por parte del gobierno que dirigía con mano firme el general Pinochet.

Faltaba aún la guinda de la torta. En el acto realizado en Monte Aymond para recordar los 30 años de la mediación papal, la mismísima Presidenta Bachelet valoró oficialmente el rol del gobierno militar a favor de la paz. EL MERCURIO, sábado 06, dedicó su editorial al acontecimiento y consignó textualmente: “La sobresaliente calidad del equipo jurídico-diplomático, encabezado por el entonces canciller Hernán Cubillos,- lo que la presidenta Bachelet reconoció en el acto de Monte Aymond,, y la conducción firme y tranquila del Presidente Pinochet permitieron llevar a buen término un proceso intensamente trabajoso…”

El telón del odio ha comenzado, pues, ha descorrerse para que los chilenos conozcan sin prejuicios la obra cumplida por Pinochet.

viernes, diciembre 05, 2008

Tres colaboraciones

A continuación, tres “espontáneos” se suman a nuestro listado de comentaristas:

Angelillo: Pues, verán…los actores de la tele abierta me dan lástima. Pero ¡qué malos que son! Si parecieran tratar de desmarcarse a la fuerza del personaje que interpretan, para que la gente no vaya a creer que en la vida real son así. Yo lo quería decir hace tiempo, pero no sabía donde hacerlo. ¡Y ya lo dije!



Colocolino.- Colo Colo es el mejor equipo del mundo. Y el Barti es un gran entrenador…Pero no puede ser que en cada partido echen a un jugador de la cancha. El amor a la camiseta no se demuestra agarrando a patadas al contrario o insultando al árbitro. ¡Hasta la próxima!



Observador: Se bajó Lagos y parece que en la Concertación cunde el pánico. Pero la noticia del día es que la corrupción sigue creciendo por todas partes. Igual que en México, las sospechas apuntan ahora a la policía y hasta al propio Poder Judicial… ¡Dios nos libre confesados!

lunes, diciembre 01, 2008

Un arma en la casa

El gran debate a nivel familiar es si la gente debe o no guardar armas de fuego en la casa. El gobierno sostiene que esas armas van a parar muchas veces a manos de los delincuentes y que la población tiene que confiar en la policía como único instrumento para resguardar la seguridad . Ese argumento suena razonable y justo, pero choca con la realidad. La violencia continúa aumentando y el temor hace que muchos se dediquen a convertir sus hogares en fortalezas amuralladas y a prepararse para enfrentar al agresor o para rendirse sin luchar ante él para salvar la vida, a cambio de todo cuanto tenemos de valor en el hogar.

Se dice que la delincuencia juvenil y hasta infantil que estamos sufriendo tienes raíces sociales profundas que requieren prioridad; que en vez de represión, tenemos que preocuparnos de salvar a los jóvenes de la droga; que la frustración laboral es una de las causas principales de la delincuencia, etc.

Todo aquello es efectivo. Pero también es cierto que vamos perdiendo la tranquilidad de vivir en nuestros propios hogares. Nadie se siente libre de sufrir un asalto, un robo con violencia, un atentado criminal. Los delincuentes no sólo disponen de las armas que arrebatan a sus víctimas, sino que cuentan también con armamento más devastador, que proviene casi siempre del narcotráfico. Y lo saben usar sin contemplaciones. Hasta en los delincuentes infantiles aflora una crueldad impresionante en el trato que dan a sus víctimas.

La televisión suele exhibir a esos pequeños monstruos menores de 15 años que roban, violan, asaltan y matan sin piedad. Y que también afrontan peligros máximos, exponiendo su vida con espeluznante frialdad. Parecieran venir de un mundo en que el valor de la vida ya no cuenta, para ellos ni para sus víctimas.

¿Un arma en la casa? Parece ser la respuesta adecuada ante el aumento de la delincuencia. Pero ese revólver no puede ni debe ser usado por manos inexpertas, sino por conocedores. El poseedor de esa arma tiene que saber usarla y, lo que es fundamental, debe estar dispuesto a usarla contra el agresor. Un arma no sirve para amenazar, sino para herir.